domingo, 22 de mayo de 2011

Alcaldesa Eveling de Rosales estuvo presente en “Serenata a la Madre

La alcaldesa de Maracaibo, Eveling de Rosales, afirmó que los niños músicos que ha tenido la capital zuliana a través de las distintas generaciones, han influido en el mejoramiento de su familia y de su entorno, a propósito del homenaje musical que la Gobernación del estado Zulia les brindó el pasado viernes a las madres.

“Un niño que toque un violín, una trompeta o cualquier instrumento musical, es diferente, superior, con amor, con una gran sensibilidad y con un futuro inmenso, preparados por maestros en la música para que salgan a buscar esos sueños que están ahí, y que a través del amor y la educación se hacen realidad”, acotó.

Eveling de Rosales felicitó a la primera dama del estado Zulia, Carolina de Pérez y al equipo y maestros musicales de la Fundación del Niño Zuliano, adscrito a la Gobernación del estado Zulia, por hacer obras como la “Serenata a la Madre”.

“Como madre y mujer me siento orgullosa del trabajo que realiza Carolina de Pérez y la Fundación del Niño Zuliano, porque son estos los programas que nos sacan adelante; programas educativos, culturales, que se preparan con amor para que nuestros hijos salgan a ganarse el mundo y a buscar los sueños que están ahí”, añadió la alcaldesa de Maracaibo.

El concierto lo realizaron la Orquesta de la Fundación Niño Zuliano y la Banda Orquestal Sinfónica “Simón Bolívar”, adscrita a la Secretaría de Cultura.

Música

Por su parte, la primera dama del estado Zulia, Carolina de Pérez, destacó que se trató de un regalo maravilloso entregado a todas las madres del estado Zulia.

“Este es un homenaje a las madres y a las que no lo son también, porque tenemos esa vocación por el sólo hecho de ser mujer. Todos los días son Día de la Madre, por lo especial que son, por darnos la vida, por todas las cosas maravillosas que hacen las madres”, dijo.

Y agregó: “Son médicos, porque se saben el nombre de todas las medicinas; son atletas, porque corren grandes distancias en un segundo para agarrar a un niño. Es algo que Dios nos dio y que llevamos en el corazón y ello lo agradecemos al Ser Supremo, por ser madres y dar vida a un ser, el criarlos de la manera que nosotras creamos más conveniente, dándole salud, amor y educación”.

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